viernes, 27 de junio de 2014

Los chicos no están motivados en la escuela.





 El otro día encontre en un periódico un artículo que me pareció bastante interesante y quería compartirlo con todos vosotros. El tema principal del artículo en el periódico La Capital era sobre la escuela y que no se les escucha a los alumnos.

"Los niños dicen lo que necesitan, el tema es que no los escuchamos", asegura Sandra Majluf, directora del Instituto de Educación Superior Terra Nova de Ushuaia que lleva adelante el sistema de educación experimental, libre.
Con 23 años de trayectoria en educación alternativa, Majluf afirma que "hay un despertado interés" por este tipo de educación que respeta el proceso de desarrollo humano y la posibilidad de que el hombre puede construirse a sí mismo. Partiendo de esta base, los proyectos de educación libre se caracterizan por acompañar a los niños en este proceso, hacer propuestas y dar el ambiente necesario, pero con la idea principal de la no-directividad, es decir, no interferir en la toma de decisiones, ni dirigirla. Esto se traduce en dejar al niño ser. Aulas abiertas donde no hay obligación de sentarse en un banco, chicos que eligen qué materias quieren estudiar y docentes que acompañan y satisfacen las demandas son, en resumidas cuentas, algunos ejes que caracterizan a estos espacios educativos."

"Hay como un espectro de tipos de escuela que están en esa intención, algunas más o menos libres. Aún en una escuela tradicional y con clases muy dirigidas uno puede tener una actitud de estar en libertad y respetar a los niños. Hay mucho camino por hacer y a veces no lo hacemos porque pensamos que tienen que darse miles de condiciones ideales. Yo siento que hay que fortalecer a los maestros que se dan cuenta que mucho de lo que hoy hacen no les sirve, no son felices y, por lo tanto, los niños tampoco. Entonces hay que ayudar a los maestros, primero a conectarse con su sentir porque ellos saben por dónde hay que ir. En ese despertar del maestro luego se da el acompañamiento al niño de manera natural porque los niños van diciendo lo que necesitan, el tema es que no los escuchamos. Por eso al trabajo hay que hacerlo con los maestros, con los padres y con todas las personas que tengan niños a su cargo."

Yo pienso que es importantísimo escuchar a los niños porque merecen expresar su opinión en cada momento y si queremos que en el mundo las personas se expresen y se escuchen entre sí, hay que promoveer esta habilidad desde pequeños en los niños y hay que enseñarles que también les escuchamos en todo momento.  

Mariya Grynchak, 2ºE  

No hay comentarios:

Publicar un comentario